Las protestas contra el gobierno sirio en la región sureña de Suwayda han escalado a enfrentamientos armados entre grupos armados drusos y el ejército sirio, elevando la tensión en el país. Estos eventos se producen en medio de una reactivación de la Guerra Civil Siria, marcada por la reciente caída de Alepo y Hama a manos de Hayat Tahrir al-Sham (HTS), antigua filial de Al-Qaeda.
Por otra parte, Turquía, un actor clave en la región, ha declarado que no permitirá que las fuerzas kurdas aprovechen el caos para expandir su influencia.
La embajada china en Siria ha emitido un comunicado instando a sus ciudadanos a abandonar el país lo antes posible, citando la creciente inestabilidad y el riesgo para la seguridad.
Mientras tanto, rumores no confirmados sugieren que Israel podría estar contemplando una intervención en el conflicto. Aunque no hay confirmación oficial, la posibilidad de una intervención israelí añade otra capa de complejidad a la ya volátil situación en Siria.
La comunidad internacional observa con preocupación el desarrollo de los acontecimientos en Siria, mientras la violencia continúa y el futuro del país se torna cada vez más incierto.