El Manchester United se ha visto envuelto en una controversia tras la negativa de sus jugadores a vestir una chaqueta en apoyo a la comunidad LGTB antes del partido contra el Everton. Esta decisión fue tomada después de que el defensa marroquí, Noussair Mazraoui, expresara su oposición a la iniciativa debido a sus creencias religiosas. La prenda en cuestión forma parte de la campaña «Rainbow Laces» de Adidas, promovida por la Premier League para visibilizar la inclusión e igualdad del colectivo LGTB en el fútbol.
Este suceso ha reavivado la discusión sobre la intersección entre la libertad religiosa y la promoción de la inclusión en el fútbol. Mientras algunos defienden el derecho de los jugadores a actuar de acuerdo a sus convicciones personales, otros enfatizan la importancia de que el deporte sea un espacio que fomente la igualdad y el respeto para todos, independientemente de su orientación sexual.
El debate generado por la decisión del Manchester United ilustra la complejidad de gestionar la diversidad de valores en el ámbito deportivo.